Domingo 7 de julio

Último día de la semana, pero nuestros chicos no descansan. Después de la paliza de ayer, hoy se enfrentaban a otra de las pruebas más duras: El descenso del Río Navia. 

Un recorrido de cerca de 20 kilómetros desde el embarcadero de Serandinas hasta el puerto de Navia, que hacemos, como no podía ser de otra forma, en piragua.

Nos levantamos un poco más temprano de lo normal, algunos incluso antes de las 8, para poder ver los San Fermines. Desayunamos, nos equipamos y nos dispusimos a pasar un gran día en el río.

Nos cuentan la experiencia Ander, Danel y Naia

"Nos hemos despertado a las 8:30 antes de lo normal, ya que algunos querían ver los San Fermines. después de desayunar nos hemos equipado con el material adecuado para la actividad: el bikini-bañador escarpines, gorra, chaleco salvavidas y neopreno.

Hemos bajado al embarcadero, nos hemos dividido en parejas y nos hemos montado en las canoas. Teníamos por delante casi 20 kilómetros de recorrido. Durante el trayecto hemos realizado diferentes paradas, la primera a seis kilómetros del embarcadero en la presa de Arbón. Allí  hemos almorzado un sándwich de atún con tomate y una nectarina. 

Pasada la presa hay pequeños rápidos, en los que hay que remar más fuerte para poder controlar la embarcación.

La segunda parada ha sido en un pequeño pedrero para buscar quiastolitas y estirar un poco las piernas y los que querían han estado intentado hacer ranitas: coges una piedra redonda y lo más plana posible y tienes que intentar, que al tirar la piedra, dar los todos los botes posibles en el agua.

Al final hemos dejado las canoas en el puerto de Navia, donde, antes de coger el autobús que nos subiría al albergue, nos han dado de merendar un pan de leche con nocilla.

Nada más llegar hemos lavado nuestros neoprenos y nos hemos sentado a cenar. La velada ha consistido en leer el buzón de sugerencias y jugar a las Black Sotries, pequeñas historias en las cuales tan solo con un pequeño enunciado hay que adivinar lo que ha sucedido."