Martes 2 de julio

Después de la primera noche de nuestros aventureros en el Albergue, tocaba amanecer y prepararnos para volver a la actividad.

El día amanecía demasiado gris para bajar al embarcadero, por lo que hemos aprovechado para realizar actividades de secano. Cogíamos fuerzas con el desayuno típico del Albergue (tostadas, galletas, magdalenas y colacao) y nos equipábamos para la primera ruta de senderismo.


En este caso nos tocaba realizar la ruta al Castro de Pendia, una antigua fortificación prerromana de la que aún se conservaban los cimientos. Los chicos han podido disfrutar de un paseo entre las poblaciones aledañas y del magnifico paisaje del Valle del Navia.


Después de la comida y de un rato de esparcimiento, preparábamos el material para comenzar con las técnicas de escalda en el rocódromo y el taller de quiastolitas. Nuestros chicos han podido intercalar ambas actividades en los alrededores del albergue.


La jornada ha terminado de la mejor manera posible: con unas natillas caseras deliciosas y con una velada llena de juegos de mímica.

En este caso nuestros reporteros han sido: Alaia, Maider y Aritz y estas han sido sus impresiones de hoy:

"Hoy día 2 de Julio nos hemos levantado bien pronto para prepararnos y equiparnos para hacer una ruta de menos de 10 kilómetros hasta las ruinas de "Castro de Pendia". Nos hemos encontrado con el problema de que ha llovido un poco por el camino y además nos hemos topado con unos operarios que tenían como trabajo cortar la hierba, observar el estado de ellas y recoger los restos de basura que pudiera haber en el terreno, para dejarlo todo perfecto para los visitantes del Castro. 


Una vez allí, hemos conocido la historia sobre el lugar y visitado las ruinas romanas, también hemos podido aprecias las diferentes estructuras que había, por ejemplo: las diminutas casas en las que vivían, las saunas que había repartidas por el poblado y la sala de reuniones.

Al volver de las ruinas, hemos comido y, después de tener tiempo libre, hemos empezado con las técnicas de escalada y con el taller de quiastolitas, que son piedras autóctonas y muy especiales ya que forman un dibujo de una cruz en su interior. Estuvimos intercalando la subida al rocódromo, con pulir las piedras, hemos estado cerca de 3 horas con los talleres. 


Más tarde, todos nos hemos duchado y hemos cenado albóndigas y espagueti y unas natillas caseras riquísimas. Después de dejarnos una media hora con los móviles, hemos hecho la velada de la noche y nos hemos ido a dormir para mañana despertarnos con toda la energía posible."



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